Hay quien dice que es la moto de producción en serie más cara del mundo. Aunque en realidad, las Ecosse se fabrican en Estados Unidos de modo artesanal y bajo pedido, en un proceso que dura entre dos y cuatro meses, puesto que el cliente puede personalizar cada uno de sus componentes. Por eso, se ha convertido en objeto de deseo de famosos y estrellas de cine, que anhelan la exclusividad de su único modelo, la Heretic.
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